HEMOCULTIVO
El hemocultivo consiste en el cultivo de una cierta
cantidad de sangre de un paciente. La
sangre es un líquido orgánico estéril, y por tanto, el hallazgo de
microorganismos en ella indicará que existe infección, generalmente de carácter
grave.
OBTENCION DE LA
MUESTRA.-
Cantidad de
muestra y número a tomar
Dependerá siempre de la edad y circunstancias del
paciente. Si el paciente es un recién nacido bastara con tomar dos muestras de
1-2ml. De sangre respectivamente para diagnosticar una sepsis neonatal.
Si el paciente es un adulto se sembrarán 10ml de
sangre tres a cuatro veces al día, aunque a veces son necesarias más para
llegar a aislar al agente etiológico. En estos pacientes hay que distinguir dos
cuadros clínicos bien diferenciados.
·
Uno que cursa con bacteriemia continua (fiebre en meseta),
características de determinadas infecciones intravasculares como endocarditis o
de periodos agudos de infecciones que afectan que afectan al sistema
reticuloendotelial.
·
El segundo cuadro
clínico seria aquel en que la bacteriemia
es intermitente, con fases apiréticas y periodos de fiebre. En este caso lo
ideal sería extraer 10ml de sangre antes de que el paciente fuera sometido a
tratamiento. Si esto no es posible, entonces se procurará extraer sangre del
paciente, cuando empiece a tener síntomas de fiebre pudiendo repetirse la toma
de muestra.
Preparación de la
piel
Si no hay otra indicación, la toma de muestras se
efectúa de la vena que pasa superficialmente por la parte interna de la flexura
del codo.
Es condición indispensable el limpiar previamente la
zona de alcohol de 70°, desinfectándola seguidamente la zona con alcohol yodado
al 2 por 100. Ambas acciones pueden ser sustituidas por una correcta aplicación
de povidona yodada. Esta misma acción desinfectante se repetirá sobre el tapón
de goma que cubre el frasco de hemocultivo, manteniendo su contacto por lo
menos durante un minuto.
Después de la extracción de sangre se taponara la
herida con un algodón empapado en
alcohol de 70° y cuando haya parado la hemorragia, se limpia el resto de
alcohol yodado con alcohol etílico o isopropanol diluidos. Las tiras de
esparadrapo colocadas directamente sobre la piel pintada con yodo pueden
originar inflación.
Toma de muestras
Puede efectuarse con aguja y jeringa, o con los
instrumentos de doble aguja que existen comercializados especialmente para este
fin.
Ante una bacteriemia de origen desconocido es
conveniente tomar dos muestras e incubarlas aeróbicas y anaeróbicamente.
Es importante el segundo caso la forma de introducir
la sangre en el frasco, procurando que no exista aire dentro de la jeringa y
que la inoculación se detenga antes de que el embolo toque el fondo, o cuando
todavía quede sangre dentro del tubo que une el sistema de las dos agujas.
De esta forma se evitara introducir aire extraño y se
conservará el ambiente anaerobio que existe dentro de las botellas (potencial
de óxido-reducción inferior a 100 mv.), conseguido en muchos casos gracias a la
adicción de 0,05 por 100 de cisteína.
METODOLOGÍA
Composición de los
medios de cultivo
La botella destinada a hemocultivo debe contener tal
cantidad de líquido nutritivo que, al
añadirle la sangre, esta represente como máximo el 10 por 100 total.
La atmosfera de incubación solo afectará en el caso de la anaerobiosis a
que el medio sea producido e incluya un reductor que mantenga el potencial de
óxido-reducción suficientemente bajo. En las demás características será igual
al destinado a incubación aerobia, incluyendo sustancias nutritivas, CO², vacío
y un buen anticoagulante.
Para algunos aerobios estrictos, el vacío puede
representar un inconveniente. Un buen método para evitarlo es dejar entrar aire
a través de una aguja que sostenga un algodón estéril en la punta, hasta
igualar ambas presiones.
Procesamiento de
las muestras
Una vez tomada la muestra, se incubaran los frascos a
35°C durante el tiempo que sea necesario. Si se sospecha que el paciente tiene
una brucelosis, la incubación de la muestra puede prolongarse por espacio de
tres a cuatro semanas.
En otros casos los frascos se examinarán diariamente
en busca de alguna señal que indique crecimiento. Es útil observar los
hemocultivos con luz transmitida para comprobar aumento de turbidez, producción
de gas, hemolisis o grumos depositados en el fondo. Si macroscópicamente se
comprueba alguna señal que evidencia la existencia de microorganismos, se
procederá a teñir una gota de líquido y a subcultivar otra en medios enriquecidos. Se mejora
enormemente la visualización de los gérmenes cultivados.
A pesar de todo hay algunos microorganismos, como Haemophilus infuenzae, Streptococcus
pneumoniae, Bacteroides, Fusobacterium, Neisseria meningitidis, etc… que
crecen en el fondo del frasco, sin apenas producir turbidez en el líquido. Para
que estos microorganismos no pasen por desapercibidos, se debe incluir una
serie de resiembras sistemáticas a partir de hemocultivo inicial.}
Interpretación de
resultados
El aislamiento de un reconocido patógeno como un
meningococo o un neumococo del seno de un hemocultivo, establece un diagnostico
inapelable; sin embargo, el subcultivo de microorganismos que habitualmente
crecen sobre la piel, como Staphylococcus
epidermidis o determinados difteromorfos, pueden hacer que el microbiólogo
dude acerca de su patogenicidad.
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